El restaurante de Asturias al que todos quieren ir


El restaurante de Asturias al que todos quieren ir

Su éxito no obedece a ninguna campaña de marketing, sino al boca a boca, que en estos casos tan bien funciona. Güeyu Mar abrió en 2007 y hoy es el restaurante al que todo el mundo quiere ir en Asturias, incluidos los cocineros más prestigiosos. Por varias razones, algunas de ellas estéticas, como su acceso por una carretera de entrepeñas y su bello enclave, en la salvaje playa de Vega, a siete kilómetros de Ribadesella. El restaurante, comandado por Abel Álvarez, su esposa Luisa (ella hace una de las mejores tartas de queso) y por un atento servicio, se encuentra a pie de mar y su terraza es de las más concurridas del Principado.

El pescado es el gran protagonista. Que nadie busque, ya lo advierten en la carta, ni carnes ni arroces. Solo aquello que procede del mar Cantábrico, fresco, de temporada y sin salsas, que se adquiere directamente de la rula, a barcos y a pequeños pescadores. El proveedor ha de ser de confianza, porque Abel ha convertido su oficio en una obsesión, siempre anda en busca de esa perfección que jamás encuentran los insatisfechos. Por ello aprovecha la temporada baja para buscar inspiración. Viaja por todo el mundo recorriendo restaurantes y mercados. Uno de los más interesantes y recientes fue la visita que realizó a la mayor lonja del mundo, al mercado Tsukiji en Tokio (Japón), donde aprendió cómo se tratan los peces en el país que más pescado consume del mundo.

Su otra gran baza son las brasas en las que se prepara la mayoría de los pescados, que pueden llegar a la mesa en piezas enteras para compartir entre varios comensales. Para comenzar, el salpicón de bogavante, anchoas del Cantábrico, unas andaricas (nécoras), unos santiaguinos, sardinas en vinagre, pulpo o almejas a la sartén. El pescado estrella es el rey o virrey, pero también se puede optar por una cola de pixín (rape), un cogote de merluza, bonito de temporada, lubina o rodaballo. En la sencillez de la elaboración está la virtud, y aquí se sigue a rajatabla. En los postres tampoco hay complicaciones, salvo porque los preparan ellos:el queso Gamoneu, de donde procede Abel, es de los mejores que se pueden tomar en Asturias, y con el que se elabora la tarta de queso; helado de turrón e higos o arroz con leche de aldea. Cuenta con una nutrida e interesante carta de vinos, otra de las obsesiones del chef.

Publicado en cincodias.es